Tener un caballo
pariendo enanos
a finales de junio
(en la pista central
justo cuando
le tocaba salir a la familia
de pulgas acróbatas
a cantar su canción)
Tener
el osario restringido
de la llorera
llamando al teléfono
cada cinco minutos
pidiéndome una
última oportunidad
tener baba suficiente
para llenar una botella
canciones tan viejas
como esta canción
palabras tan ridículas
como un payaso
rogando
por una circuncisión
y escuchar en silencio
como tratan de gritar
en la calle
los autos y las farolas
los semáforos
moqueando disculpas
el hipo inoportuno
de los comales
es cierto
tengo un caballo de lana
y un toro acojonado
que no se atreve a salir
de la cama
voy a lavarme las manos
antes de perder el juicio
no vaya a ser
que sin darme cuenta
me aparte una legaña
con los dedos pringados
de salsa y
me haga llorear
lo que nadie
se merecen.
Jass Jass 
Perderé el jucio con salsa en los ojos, voy a llorar y nadie preguntaré si lloro por lo mismo, necesitab llorar, necesito llorar de vez en cuando, porque si no me da por pensar que el mundo me importa cada día menos.
Además enchilarse los ojos es lo más cercano al odio desde mi punto de vista, sobre todo si no haces nada por quitar el ardor.