Confunde
lo de los toros cuando
se ponen a llorar
debajo de una teja
conmueve o incomoda
cómo estiran las heridas
las criaturas rubias:
cinta para el cabello
hilo de pan
con el que estrangulan
los dedos meñiques
del espanto o corazón
(según desde dónde se mire)
haciéndose pedazos
la sierra que usas
para enchinar las lágrimas
cuando el pendejo no llama
o sólo llama para follar
Orificio vertical
por donde se escapa el aire
y entra el silencio
la campana chimuela
el orgasmo culpable
los muchachos
con sus instrumentos de paja
sus insignificantes certezas
el deseo embarrado en el espejo
sonreírle a los teléfonos
pulir la pose
estatus de sal
de tanto mirarse al ombligo
de tanto estudiar la caída
de ojos
el ángulo del bigote
una mueca de aburrimiento
-siempre he pensado
que esas cosas no deberían estar
cerca de la cara de un hombre-
y el horror
estimado en términos
de piedra y deseo
río
sopa enlatada
cantinas con estómago de caracol
Así es
concreto y estupefacto
alfiler en el ojo
perradolor desde el hueso
que sostiene el aliento
llorar antes de que caiga la tarde
yo te recomendaría
cerrar la ventana de las piernas
por unos días
y que cuando las abras
salga el sol.